El 1 de Mayo perdió su tradicional ritual
Celia Rosado Romero
Con motivo de la celebración del Primero de Mayo donde se recuerda a los trabajadores que ofrendaron sus vidas para defender sus derechos laborales, hoy lo que motivo a salir a las calles fue la demanda de fuentes de empleo y mejores salarios. Resulta paradójico que en los últimos años del Siglo XIX se pedía el respeto a ocho horas de jornada laboral y trato digno. Hoy con una población de 115 millones, a diferencia de los 15 millones de mexicanos en 1910, la conmemoración es diferente.
Los tiempos de salir a la calle y agradecer al presidente en turno su alianza con el movimiento obrero son ya del pasado. El ritual se rompió y las mantas que portaron los trabajadores hablan de su inconformidad, pero no sólo del aspecto laboral sino de orden social, como es la inseguridad en que se vive en todo el país.
La estampa de México es otra, ya Jacobo Zabludovsky la describe con crudeza pero realidad: "No fue un día cualquiera. Fue el miércoles, cuando mataron a 29 personas en Chihuahua, incluidos cuatro estudiantes; fusilaron a ocho hombres de entre 17 y 40 años en Ciudad Juárez; asesinaron a cinco con armas de alto calibre en Acapulco y otros municipios; soldados del Ejército mexicano liberaron en un rancho de Nuevo León a l6 secuestrados y encadenados; diputados de Morelos pidieron ayuda a la Secretaría de Gobernación para evitar un frente de guerra en Cuernavaca; llegaron a 322 en dos meses, del 18 de febrero al 18 de abril, los muertos en combates de mafiosos en Tamaulipas; encontraron casi siete millones de pesos en casa de una ex funcionaria asesinada en Saltillo; un grupo de paramilitares encapuchados atacó a balazos una caravana de civiles en Oaxaca y mató a dos, entre ellos un finlandés, y dejó ocho en calidad de desaparecidos; la Suprema Corte de Justicia ordenó liberar, después de cuatro años de cárcel, a dos indígenas inocentes, acusadas de secuestrar a seis agentes federales. La UNICEF reveló que más de 20 millones de niños mexicanos viven en la pobreza, extrema para una cuarta parte de ellos. Millones de jóvenes sin cupo en escuelas superiores.
El legado de los Mártires de Cananea y de Río Blanco al instaurar el 1 de Mayo como el Día Internacional del Trabajo valdría la pena ponerlo en perspectiva en esta época de globalización cuando se ha dado a conocer la reforma laboral que se cocina en la Cámara de Diputados y que es repudiada por todos, incluyendo las mujeres que demandan trabajo de tiempo completo pero con apoyo de la seguridad social para que ellas pueden desarrollar sus labores en el mercado de trabajo, teniendo asegurado el cuidado de sus hijos.
No se pude negar que la participación de la mujer en el mercado labora, que a inicios del siglo pasado era del 5%, hoy se habla que es de más de un 40%, los roles asignados en el pasado para el género femenino, hoy en día, ya no son los mismos. De ser cuidadoras del hogar se convirtieron en "proveedoras" y jefes de familia.
La féminas se expresan así: la iniciativa de reforma laboral del Partido Acción Nacional (PAN) tiene una carga ideológica "muy fuerte" que plantea el regreso de las trabajadoras a sus casas, e ignora el hecho de que uno de cada cuatro hogares en el país es sostenido por una mujer, coincidieron ex legisladoras, integrantes del movimiento de "Las Insurgentes". Las modificaciones propuestas por el PAN "intentan sostener una visión que ya no tenemos, no somos las eternas amas de casa, la reforma tiene que considerar que somos trabajadoras con los mismos derechos, y que debemos tener las mismas oportunidades en el empleo", aseveró a Cimacnoticias Patricia Olamendi, ex diputada federal.
Esta fecha lo que sí logró es la reflexión por las condiciones imperantes en el sector de los trabajadores, donde las condiciones de contratación han sido modificadas en las últimas dos décadas, sin que la legislación pudo detenerla, dado que, tal situación fue provocada por el desempleo, debe reconocerse que hoy se acepta cualquier exigencia patronal con tal de conservar el ingreso de un empleo permanente. El terrorismo laboral paraliza toda manifestación de inconformidad y demanda de derechos. La consigna es "agradecer el tener trabajo".
Por tanto primero, habría de preguntarse si se cumplen a plenitud, por todos los patrones, los derechos de los trabajadores obtenidos que van desde descanso semanal de un día, cuando menos; descanso pre y post natal; periodos de lactancia; igualdad teórica entre mujeres y varones; fondo para acceso a vivienda; capacitación y adiestramiento obligatorio; seguridad y salud como base de la previsión social; participación de los trabajadores en las utilidades; asunción de riesgos de trabajo a cargo del patrón; reinstalación en caso de despido injustificado; normas protectoras del salario; acceso a la seguridad social en materia de enfermedades, riesgos de trabajo, invalidez, vida, retiro y servicios de guardería; además de los derechos fundamentales de contratación colectiva, huelga y autonomía sindical.
Segundo, preguntarse que se puede hacer con todos los millones de desempleados que deambulan por todo el país, pues si bien esos beneficios los deben de obtener los trabajadores por Ley, cuál es la posición gubernamental para ellos, pues la legislación fue creada para los que forman parte del mercado de trabajo.
Tercero, no hay que olvidarse los millones de trabajadores del comercio informal. Para ellos no hay legislación pues si nos apegamos a ella no existen, al no estar registrados como "trabajadores" por lo tanto no pueden ser cobijados en sus derechos.
Así que este 1 de Mayo no pudo ser conmemorado como en el pasado. La realidad es otra, y parece que la reforma que propuso el PAN no es la respuesta, dado el repudio. Por eso los analistas dicen, "el presidente Calderón sueña, no como aquel personaje de García Márquez que se alquilaba para soñar sino más bien como Martín Luther King que soñaba convertir en realidad su sueño".
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