La Prensa en Veracruz
Guadalupe H. Mar
En el libro “Siete Regiones de la Prensa en México, Dispersión Geográfica y Modernidad Precoz: La prensa en Veracruz 1794-1950”, editado por la Universidad de Guadalajara, (2001), la autora, doctora Celia del Palacio Montiel hace mención que faltan estudios sobre mediaciones que afectan a la prensa. Fundamentándose en el esquema propuesto por el escritor José Lama, en 1946, en torno al periodismo del estado de Veracruz, divide en periodos el estudio de los periódicos que circularon en el estado, desde 1795 y hasta 1950. De tal forma que reclasifica los periodos en base a los hechos surgidos de los propios periódicos, sin tomar en cuenta los acontecimientos políticos externos.
De tal forma que teniendo en cuenta criterios de periodicidad, el periodo de estudio de los periódicos de Veracruz Estado, quedan para la autora de la siguiente forma:
1.- 1795-1824. El primer subperíodo se inicia con el establecimiento de la imprenta en Veracruz y se termina el año en que se publica un periódico fuera de Veracruz Puerto, en Jalapa
2.- 1824-1868. Éste lo inicia con la publicación de El Oriente, primer periódico de Jalapa, y lo concluye con la fecha de aparición de El Correo de Sotavento, órgano que viene a modificar, según la autora, las estrategias de producción y contenidos de los periódicos veracruzanos
3.- 1868-1909. Este tercer periodo se inicia con la aparición de El Correo de Sotavento y concluye con la llegada del linotipo a las oficinas de El Dictamen, uno de los periódicos más modernos de su época
4.- 1909-1950. Esta cuarta etapa abarca desde la llegada del linotipo hasta el final del periodo de estudio, que en realidad pudo haber concluido en 1943, con la aparición de El Diario de Xalapa, segundo periódico que sigue en circulación hasta hoy.
Los criterios que pareciera seguir la autora aparte de la periodicidad es la descripción del arribo de la imprenta a la región estudiada, línea editorial, contenidos, nombre de los medios impresos de comunicación, propietarios, circulación (en algunos casos) y descripción física del periódico. (Sólo en algunos casos).
PRIMER PERIODO 1795-1824
Esta Primera etapa de la historia de la prensa veracruzana abarca desde la llegada de la imprenta y la publicación del primer periódico en 1795 hasta 1824, según explica Celia del Palacio en su obra.
La autora lo llama prensa artesanal, porque la producción es artesanal, hay poca especialización de los trabajadores, el precio de venta es alto y la circulación muy limitada.
Aquí habla de diez periódicos, nueve en Veracruz y uno en Jalapa.
Esta etapa se caracteriza además porque es Veracruz Puerto donde llega la imprenta en 1790, antes de México, Puebla, Oaxaca y Jalisco.
Se observa que en este periodo la prensa gira en torno a los negocios, a diferencia de otras ciudades como Guadalajara.
Los diarios en esta etapa insertan como contenido el manejo y giro de las casas mercantiles, precios entradas y salidas de buques, en términos general el movimiento portuario, periodismo especializado en Salud, Negocios, Metereología, Agropecuario y político.
En esta etapa (1806) el periódico se presenta como un instrumento del pensamiento ilustrado imperante, donde la utilidad es considerada como principio fundamental, no queriendo divertir sino servir.
En 1807, con la aparición del Diario Mercantil de Veracruz, de José María Almanza se observa que los contenidos vertidos en el periódico ya no es tanto la utilidad que pudiera tener para los lectores, se suma a la utilidad otro propósito más que es la diversión pública. Es justo en este diario en donde se recibe material proveniente del público para su inserción en el medio informativo. Se ubica una especie de cartas del público o espacio del lector.
Se observa también un ordenamiento de espacio del periódico que sería a decir de la autora, característico de casi todo el siglo XIX, al ubicar en sus cuatro páginas el santoral, el orden de la plaza, las fases de la luna y el clima del día anterior, los barcos que llegaban al puerto y la lista de los números premiados en la lotería de México.
Los diarios ubican una sección de política. El periodista pensaba que no debería de tenerse otro objetivo que el de ilustrar a sus conciudadanos para descubrirles la verdad. Es decir se pensaba en el ideal de objetividad.
Aquí ya en el surgimiento de la prensa en el Estado de Veracruz aparecen los periódicos que manejaban en sus secciones artículos especializados en política como es el caso del Diario de Veracruz, que circuló entre diciembre de 1821 y febrero de 1822, de filiación santannista.
El medio impreso era bastante caro, entre medio y un real cada ejemplar, en tanto que ya había suscripciones cuyo precio costaban entre 14 y 29 reales. Se destaca que no sólo se distribuían en el estado de Veracruz sino también en la capital del país y algunas otras ciudades importantes de Mèxico.
SEGUNDO PERIODO 1824-1868
El segundo periodo lo inicia la autora en el año de 1824, con el primer diario publicado fuera del puerto de Veracruz, en la ciudad de Jalapa donde se imprimió El Oriente, de Sebastián Camacho y concluye el estudio con la aparición de El Correo de Sotavento, en Tlacotalpan, en 1868.
Aborda 98 periódicos en este periodo.
El estudio señala que el propósito de los propietarios de los medios impresos seguía siendo el que los contenidos les dieran sentido de utilidad a los lectores.
Se destaca el hecho de la aparición de periódicos políticos representantes de las facciones y cuya principal función era atacarse entre sí. Los periódicos ligados a grupos políticos que utilizaban este medio de comunicación impreso para enviarse mensajes y ofensas unos con otros.
En el puerto de Veracruz, la prensa sigue ocupándose de las cuestiones comerciales, aunque sin dejar de ocuparse de la política nacional y de tomar partido.
Se destaca el surgimiento del Diario de Leyes y Decretos que se publica de 1824 y hasta 1919, para dar a conocer la información de las sesiones del Congreso Estatal.
De nueva cuenta la prensa ligada a los grupos políticos, lo cual se observa a partir de 1826, con la pugna entre escoceses y yorkinos. “El año de 1827 la prensa veracruzana se vería envuelta en acerbas discusiones con el motivo de la expulsión de los españoles y la prohibición de las logias masónicas, teniendo como desenlace el pronunciamiento de José Rincón”.
Así tenemos periódicos como El Mercurio, 1826, es uno de los papeles públicos de filiación yorkina de mayor influencia del periodo. Asimismo, son famosos por su filiación masónica los periódicos El Noticioso Comercial y Científico, moderado, el Veracruz Libre y El Comercio de Veracruz, escoceses. El Correo también de 1827, tiene un papel importante en estas discusiones, ya que en él se publicó el Plan de José Rincón, comandante del puerto, yorkino, quien se pronunció en contra de los españoles, con la fuerza a su mando, desconociendo la autoridad de los funcionarios del estado, declarando que sólo obedecerían la autoridad del gobierno federal (Blázquez, Op. Cit. p. 29)
Hay más periódicos de información general.
Los contenidos de los periódicos en esta época de estudio: observaciones metereológicas, avisos, precios de mercancías, entradas y salidas de buques, espacio al lector, poemas y miscelánea de amenidades. Ya aparecen los avisos particulares con un precio de dos pesos al mes, de dos a 10 líneas, en donde se ofrecen terrenos, ranchos, fondas, posadas, pescados, verduras, encurtidos. Crónicas de espectáculos y artículos políticos. Según la revisión hecha por la autora.
Hasta los invasores estadounidenses influyeron al sector, que publicaban la última de sus páginas en inglés.
Durante el Imperio se publicaron también periódicos simpatizantes de la causa de Maximiliano.
Tras la restauración de la República comenzaron a aparecer periódicos que proponían a sus candidatos en las elecciones locales o nacionales, algunos de estos medios impresos desaparecían después de las elecciones. La autora los llama “electoreros”, lo que ejemplifica con el periódico La Concordia de 1867. Para la autora La Concordia y sus contenidos tenían como propósito proponer candidatos, una vez pasada la elección, este diario deja de publicarse.
Aquí en esta etapa se observa modificaciones en forma y contenido de los periódicos: los artículos de fondo son tomados de otros periódicos de la ciudad de México y empiezan a anunciarse, junto a las mercancías locales, medicinas importadas de Francia, mayormente.
Aquí se empezaron a utilizar estrategias de venta de periódicos en agencias especializadas para una amplia distribución.
La autora concede un espacio, en esta etapa de estudio, a las publicaciones especializadas como la revista La Euterpe, un suplemento de El Mercurio que iba a ocuparse de la literatura, las ciencias y las artes.
Intelectuales, poetas, literatos empezaron a publicar periódicos de literatura y periódicos populares.
De nueva cuenta aparecen grupos políticos ligados a impresos como es el caso de El Oriente, editado por Sebastian Camacho, quien fue gobernador del Estado, la autora menciona “Se dice que estaba vinculado a los grupos oligárquicos de ambos lugares (Jalapa y Veracruz Puerto).
Otro periódico santannista fue El Xalapeño de 1836-1842.
Otro de los periódicos que la autora llama oficiales, pero que parecieran órganos informativos internos de dependencias gubernamentales, fue El Conciliador, 1840, que fue el periódico oficial “del gobierno departamental de Veracruz”. Por cierto, a pesar de ser oficial fue uno de los primeros periódicos que publicó los costos de inserciones pagadas. Estos periódicos también circulaban la información oficial, como es el caso de El Nacional que tenía una parte oficial, obra sobre el interior, una parte literaria y otra más de comunicados. En la parte oficial se publicaban diversas circulares y cartas de los ministerios que debían hacerse del conocimiento de la opinión pública.
En 1865, ya cuando el gobierno se institucionalizó, el Boletín fue la publicación oficial, impresa en los talleres de Florencio Aburto, con el objetivo de impulsar las mejoras materiales del estado.
Durante la Revolución de Ayutla y la Guerra de Reforma varios periódicos defensores de una u otra postura se dieron a la circulación en Jalapa. Ejemplos de ello son El Jalapeño, de 1855, en defensa de la causa liberal, al igual que La Voz del Pueblo. El Constitucional, al año siguiente, se publicó para sostener la campaña de José María Mena, para gobernador de Veracruz”.
Como órgano defensor del Imperio, se publicó en 1863, La Opinión de Xalapa, periódico oficial de prefectura política del distrito. Por cierto este es uno de los periódicos en distinguir una sección editorial, aunque en ella no figure expresamente la opinión del periódico.
Es en Alvarado, luego de Veracruz, donde se publicó un periódico, en 1825.
En este periodo se da ya la represión por parte de los poderosos. Tal es el caso del periódico El Ferrocarril de Orizaba, publicado en esta ciudad, de 1863-1870 cuando fue suspendido por López Uraga al pasar por Orizaba con la emperatriz Carlota, por lo que se supone que el medio impreso tenía un corte republicano.
La autora menciona que en Tlacotalpan se ubicó El Correo de Sotavento, cuyo director fue Pedro Lucas Malpica, y es el antecesor directo del hoy decano de la prensa nacional, El Dictamen, que se publica en el Puerto de Veracruz. Los contenidos del diario eran un acercamiento hacia el periodismo moderno, fue uno de los primeros diarios que usaron maquinaria moderna.
Durante el Porfiriato de 1876-1910 la lucha por el poder entre los distintos grupos fue encarnizada y ésta se reflejó en las publicaciones periódicas.
En esta etapa la autora también observa que aparte de los periódicos propiamente electoreros, los nuevos periódicos escritos llevaban otro principio: ligereza informativa sobre la polémica e inclusión de políticas comerciales del periodismo amarillo estadounidense.
Para la autora, 1878 fue el año de mayor producción periodística en todo el país. De los 238 órganos de prensa nacional, a Veracruz corresponden 27.
Para la autora el crecido número de periódicos de 1879-1880 y 1883, coinciden con las luchas electorales en la entidad.
El estado sufrió una fragmentación importante, lo cual dio lugar a regiones autónomas con necesidades económicas propias, manifestaciones culturales particulares y también periodísticas. Todo ello por la tendencia de regionalización particular de Veracruz, debido a la peculiar geografía del Estado y los problemas de transporte y escasez de carreteras que comunicaran a todo el territorio.
Entre los adquirientes de los medios de comunicación impresos se encontraban los mismos periodistas, políticos, administradores, comerciantes, industriales, maestros y algunos estudiantes adinerados.
Así encontramos a lo largo de este trabajo a la prensa utilizada como:
1. Sustituto para la organización política.
2. Utilizada como medio para la justificación de la actuación de los políticos
3. Como medio para darle sustento a las decisiones de los políticos
4. Utilizada por los grupos políticos para ganar adeptos
5. Utilizada como arena política para enviarse mensajes unos con otros.
La doctora Celia del Palacio afirma “que fue a finales de los años noventa -1890- cuando comenzó a desarrollarse el periodismo moderno en Veracruz. En la escena periodística, como en toda transición, coexistía en la última década del siglo, el periódico “moderno”, que recibía protección de Porfirio Díaz y a su vez defendía a las clases en el poder, junto con otros periódicos artesanales de poco tiraje y largos editoriales y artículos políticos que por no poder defender su independencia, fueron muriendo poco a poco”.
Para la autora, el periodismo veracruzano conservó una tendencia mucho más progresista, dando gran importancia a las noticias, procurando una mayor circulación y cierta importancia a la publicidad.
Así se observó la publicación de medios impresos especializados en literatura, ciencias, política, comercio, meteorología y hasta espectáculos. Surgen incluso los editoriales, que es un género de opinión. Es decir convergen en el mismo espacio los géneros periodísticos informativos y los de opinión.
Continúan los grupos políticos ligados a los medios de comunicación impreso, como lo narra la autora “En los años electorales, como 1883, los periódicos podían cambiar sus subtítulos y su carácter para postular a distintas personalidades a la gubernatura del estado, y siempre, sin excepción, a Porfirio Díaz para Presidente”. (p. 61)
Asimismo la autora expone que el diario El Boletín del Hospicio que se publicaba en Orizaba a pesar de su carácter filantrópico “No les impide, sin embargo postular a Benito Juárez a la Presidencia de la República, en 1871”. (p. 65)
Es, en este diario de Orizaba, “El Boletín del Hospicio”, donde la autora precisa que se publicaba una columna “De hecho destina toda una columna llamada “A la Pasadita” en la que se registran datos sobre el mejoramiento de la ciudad- algunas veces en forma de diálogo- se ocupan de asuntos como los puestos de garnachas que obstruyen el paso en la calle o la inauguración de diversas obras públicas. Dan a conocer la formación de nuevas sociedades culturales”. Menciona en el puerto a diarios como el Diario Comercial y El Dictamen Público, con los cuales se puede observar el lento y gradual proceso de conversión de una publicación decimonónica en un periódico moderno.
La autora aborda a la prensa popular, aunque no define que entiende por ella.
También se observa que los contenidos de los diarios de esa época pasan de ser ideológicos, luego informativos, a atender más que nada el mercado y sus necesidades.
Es en esta época en donde empieza a haber también diarios escritos por mujeres o artículos elaboradas por ellas, además de que se desarrolla la sección de sociales, al publicarse según la autora, acontecimientos sociales.
A decir de Foucault existen “pequeñas resistencias” en toda sociedad, ese pareciera ser el papel del diario El Voto de Orizaba, enemigo del Chichicaxtle y del Boletín del Hospicio, apareció en 1872. Este semanario dominical es el primero en apelar al uso del periódico como expresión de la opinión pública. Se dedicará a examinar las acciones de los funcionarios públicos, aunque también se ocupa del movimiento comercial de la población, de variedades y de crónica local.
Lo que también se observa es que los periodos ubicados en esta temporalidad concedían un espacio al público “para que publiquen remitidos de tipo particular”.
Aquí en esta etapa se da la industrialización del medio y el establecimiento de líneas para la comercialización de éstos, como es el caso de El Reproductor quien se comprometió con los corresponsales y repartidores a otorgarles el 25 por ciento de las ventas, aunque los gastos de correspondencia se cargarían a los corresponsales. Otro caso es el de la Gaceta Orizabeña, que apareció en 1883, y que puso de moda estrategias agresivas de comercialización por 99 centavos, se vendía la suscripción trimestral y además el auditorio recibía la revista Resumen de la Moda Europea, totalmente gratis, además de dos entregas semanales de novelas escogidas y boletos para una rifa semanal en donde los suscriptores obtenían premios diversos.
También se empieza a dar una competencia por lograr mayor credibilidad entre los electores utilizando slogans como “El Reproductor no tiene compromisos de ninguna especie en ningún partido o bando político”.
En Córdoba, en esta época la autora también menciona otro diario “electorero” que nace y muere en los periodos de elecciones. Se trata de El Cadenista, postula para Presidente a Trinidad García de la Cadena, por ello el nombre, por lo que utilizaba sus editoriales y artículos para alabarlo.
Otros casos son en Jalapa: El Defensor del Pueblo (1871), El Debate de Jalapa (1875), La Regeneración (1876), los cuales defienden a unas y otras facciones a favor del Plan de la Noria y la rebelión lerdista. Lo mismo sucede en Coatepec con El Registro Público (1871), El Afán (1877), La Verdad (1877), La Unión (1878) y La Soberanía del Pueblo (1881), todos ellos, además de adherirse a los candidatos de su preferencia en los años de elecciones, muestran la vida cotidiana de Coatepec.
En Coscomatepec se crea La Opinión del Pueblo (1883) que “es un periódico electorero a favor de Porfirio Díaz y Ramón Rodríguez Rivera para gobernador del estado. El periódico se une al gran revuelo que despertaron estas elecciones estatales. Lo mismo sucede con El Combate (1883)”.
En este mismo tenor de grupos políticos ligados a medios, en Huatusco surgen El Horizonte (1883), El Progresista (1883), El Radical (1883), aparecen en una coyuntura electoral, la más agitada de fines del siglo XIX: las elecciones por la gubernatura, por la cual contendieron Juan de Luz Enríquez y Apolinar Castillo. Esta elección levantó los ánimos en muchas poblaciones del estado, surgiendo así todo tipo de órganos electoreros. Los que a decir de la autora no se conservaron, sólo se conocen por referencias.
TERCER PERIODO 1909-1950
Llega el linotipo a las oficinas de El Dictamen (1909).
Se observan periódicos especializado en fuentes laborales y políticas. Aquí supera Orizaba, la producción periodística, seguida de Jalapa y luego el puerto de Veracruz.
El año de 1911 fue de lucha electoral, lo que habría de causar gran revuelo periodístico no sólo en Orizaba, sino en varias poblaciones del estado. Para defender a Francisco Lagos Cházaro o bien a Gabriel Gavira, surgieron en Orizaba los siguientes papeles públicos: El Pueblo Soberano (1911) a favor de Lagos Cházaro, arguyendo que Veracruz debía ser para los veracruzanos, y que Gavira era michoacano; El Grito del Pueblo (1911); la Lucha Electoral (1911) y Reivindicación (1912).
Aparece el periodismo deportivo en el Orizaba Deportivo (1929).
Es en Jalapa, cuando de nueva cuenta la autor menciona la ubicación de columnas fijas que dieron su apoyo a Miguel Alemán, al triunfo del candidato el periódico Eco Jalapeño (1917, luego 1936, 1937 y 1938) publicó un número especial, impreso en color verde. (p. 85). Aunque la autora en la página 86 publica que el Tema de Hoy y El Eco Jalapeño, manejan una profusa información local, nacional e internacional, con un orden de la información y más allá de las tendencias políticas inevitables pretenden la objetividad.
En Veracruz puerto, en esta época también se da la liga de periódicos con políticos, así La Voz de Lerdo se publicó en 1912. Se trata de un bisemanario “Liberar y progresista” que postula como candidato a gobernador a Adrián Carranza, en contra de Lagos Cházaro y Gabriel Gavira. (p. 86)
La Linterna (1917) se presenta como semanario socialista, sus dueños y editores son el coronel Octavio Guzmán y Abraham Mejía, toman el partido carrancista y abordan los problemas nacionales que el gobierno debe resolver. Otro diario es El proletario (1924), dirigido por Jesús Corral, apoya la candidatura de Heriberto Jara a la gubernatura del Estado. (p. 87)
Otro diario es El Globo, 1930, cuyo director es Gustavo Castillo, incluye una columna de una mujer, denominada “Una voz femenina”, que firma bajo el seudónimo Artemisa.
En 1943, aparece El Liberal, semanario político y de información, que funciona en el puerto de Veracruz, es un órgano del Partido Liberal Veracruzano. El director es Arturo S. Muñoz y apoya a Ruiz Cortines para la gubernatura del estado.
Se observa en toda esta generación de impresos de esta época el arribo a los medios de comunicación impresos de miembros del ejército mexicano. Por ejemplo en 1915, apareció la revista Marte, que tenía contenidos militares y navales dirigida por el general Francisco L. Urquizo. Fue redactada enteramente por militares con el objetivo de preparar para el futuro al ejército mexicano.
Siguiendo con las pequeñas resistencias, resalta la publicación de El Siete, 1922, también del puerto de Veracruz, que escribieron periodistas como burla de los acontecimientos que tuvieron lugar durante el congreso de periodistas en Veracruz, del cual fue anfitrión Pedro Malpica, de El Dictamen.
Continuando con aquellos impresos que nacieron ligados a un partido o grupo político se desprende de la lectura, el diario El Zenzontle de la Sierra, 1911, en Jalacingo. Este diario postula como candidato a gobernador a Francisco Lagos Cházaro. (88).
Existe el caso del periódico Oro Verde, que se publicó en Tuxpan, como órgano defensor de los cosecheros de plátano roatán de la región. Lo dirige Fernando C. Pérez. En el impreso se destacan entre otras cosas, la aparición de columnas relacionadas con el teatro.
En Poza Rica, en esta misma época se publica en 1950 y hasta 1955 el impreso El Heraldo, semanario de información, bajo la dirección del doctor J. Pilar Morales, el impreso apoyó la candidatura de Ruiz Cortines a la gubernatura de Veracruz.
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1 comentarios:
Me parece interesante la reseña, aunque creo que pudiera ser una colaboración más pequeña, para no cansar al lector.
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