MINUCIAS EN LA VIDA

El mundo según el relato que lo nombre
Genaro Aguirre Aguilar

Desde hace muchos años los teóricos vienen diciendo que la realidad se construye socialmente, es decir que somos los seres humanos quienes en nuestro pensar, nombrar y hacer la definimos. Algo bastante cercano a algunos dichos mexicanos como aquel que dice “cada cabeza es un mundo”, así como del cristal con que usemos para verlo.
Y es que curiosamente, cuando se trata de hablar de la realidad vivida por los mexicanos nada tan certero como decir: “dime quién te lo dijo y veré si le creo”. Así, si al principio fue el verbo, en estos tiempos sigue siendo la palabra aquella que construye, produce, crea o inventa el mundo o la realidad de la que queremos abordar en esta ocasión.
Dígame si no: mucho de lo vivido en nuestro país y especialmente en Veracruz, termina por ser una de tantas realidades que podemos “vivir” sus habitantes, las mismas que -en ocasiones-, terminan por ser distintas a la que se “nos” dice “es”.
Ante ello, nunca como ahora, ha sido trastocado aquel viejo adagio de sólo “creer en lo que nuestros ojos ven”. Mire si no: mientras las autoridades nos dijeron que un auto explotó tras una persecución judicial porque traía armas y explosivos, muchos aseguran vieron como, desde una patrulla, lazaron una granada a la camioneta donde viajaban los supuestos criminales; en esa tesitura, días después según versión oficial, a un auto le explotaron las llaman tras otra persecución. No obstante, allí también hubo testigos y ellos aseguran que fueron disparos. Algo que coloca bajo sospecha la veracidad no únicamente de los comunicados oficiales, si no también de las versiones de aquellos que “juran y perjuran” estuvieron ahí para narrarnos otras historias. Con otras palabras preguntaríamos: ¿Estamos ante realidades diversas o el maquillamiento de “realidades”?
Llevado al terreno global, no tiene entonces porqué sorprendernos que muchos duden sobre la llegada del hombre a la luna; después de todo, lo que conocemos es lo dicho por los norteamericanos, a quienes tampoco podemos firmar un “cheque en blando” por todo lo que dicen “han dado” o “hecho” por la humanidad, pues si hay una sociedad y un gobierno muy dado a construir “su propia realidad”, son precisamente ellos. Los casos son tantos y tan variados: militares, culturales, sociales, políticos, que es más fácil dar cabida a la duda que a la creencia ciega, aun cuando las vemos con “nuestros propios ojos”.
De tal suerte, si construir la realidad tiene que ver con la elaboración de relatos apoyados en imágenes para dejar constancia de lo que “dicen” que es, no sabría qué decirles a quienes -a través de sus ojos-, aseguran han visto “otras cosas”, otras realidades; una suerte de esquizofrenia sospechosa que obliga a dudar de la veracidad con que el discurso oficial dice nos informa.
En fin, un asunto de realidades o medias verdades, según los ojos que sobre estos hechos coloquemos.

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