
La confianza en el escribir académico
Genaro Aguirre Aguilar
En esto días tengo la enorme fortuna de coordinar los trabajos de un taller de Producción de textos académicos y sus públicos. Y digo fortuna porque ha sido la ocasión de dialogar con un grupo de amigos y colegas que nos dedicamos a la docencia. Más allá de pensar en lo que debieran saber en torno a la elaboración de escritos orientados a la publicación de sus avances de investigación o su reflexiones personales, la tarea se viene centrando en la promoción de la confianza para contribuir a la generación de conocimientos para el entendimiento de problemas propios de nuestro campo disciplinario, desde la experiencia que supone no sólo la formación académica de cada uno de los participantes, sino también de las biografías y trayectorias docentes que tiene uno y otro de los profesores.
Y es que para muy pocos resulta desconocido lo complejo que es escribir textos científicos o académicos, pero también la gran mayoría de los docentes sabe que en el fondo es un asunto de actitud tanto como de hábitos de organización y planeación. Es decir, la cantidad de excusas, razones o barreras para sentarse escribir, están más relacionadas con la disposición que con los conocimientos y los oficios que puede tener un académico que está acostumbrado a reflexionar, a discutir, a cuestionar, a generar ideas y un dialogo cotidiano.
Así las cosas, quienes estamos en este taller, siento hemos comprendido que falta dar un paso para organizarse y aprovechar tanto la formación como el bagaje de conocimientos que se tiene para contribuir a enriquecer el campo de conocimiento o los entornos más inmediatos en los que nos movemos diariamente. Después de todo, si la universidad tiene compromisos con la sociedad, entre ellos está la ausencia de una eficaz distribución de los conocimientos que en sus centros de investigación produce, así como la participación que desde sus distintas instancias educativas sus académicos pueden realizar para atender y entender los problemas del mundo actual.
Es esta premisa la que ha movido algunos cimientos del convencimiento docente entre mis colegas, junto a quienes hemos reconocido podemos generar las condiciones y crear los mecanismos para poner en común nuestros primeros textos en esta andanza que esperamos cada vez más, gane en confianza. Esa que tanta falta –hemos asumido- de pronto nos falta.
La historia continuará.
0 comentarios:
Publicar un comentario