La trivialidad de los medios
Celia Rosado Romero
Con el titulo, sui generis, de «Pompas en portadas», el maestro universitario panameño Modesto A. Tuñón F. nos obliga a reflexionar sobre las temáticas que actualmente abordan los medios de comunicación en sus páginas. Para ello, ejemplifica los espacios determinados para dos noticias que si habremos de observarlas a través de una lupa son diametralmente opuestas, tanto por su contenido como por su repercusión social.
Esto es, para la titulaciòn de la joven Karina Sánchez, becaria del Ministerio de Economía y Finanzas y el IFARHU, que alcanzó el índice de 9. 95, fueron cuatro líneas, escasamente una pulgada en una columna de un rotativo diagramado en ocho columnas de nueve cuadratines, la que ocupó un diario local para informar su logro académico.
En contraposición, a otra joven ganadora de un concurso playero, a la que le robaron un celular, con imágenes de ella y su novio, que se dedicaban a prodigar satisfacciones eróticas, tal noticia al publicarla la acompañaron con la figura de la ganadora en un escaso bikini, varios diarios y en espacios muchos mayores que la de la estudiante.
El contraste, nos revela como los medios de comunicación están pródigos sobre todos los tabloides, en imágenes femeninas voluptuosas y de información de «notas rojas», dejando fuera la información que alude a los problemas sociales y políticos que rigen al país.
Los profesionales del periodismo utilizan el refrán de «circo y maroma» para el pueblo, con el objeto de distraerlo y entretenerlo para que no se concentren en los problemas reales que se padecen hoy en día. Parecería que el objetivo atribuido a los políticos, como estrategia distractora, es compartido por los propietarios de los periódicos.
El universitario Modesto Tuñón sentencia:
cuando la banalidad, la distracción y los hechos sórdidos ganan lugar a un tratamiento eficaz y eficiente de la noticia, habrá que dudar de la capacidad de los medios de comunicación en estructurar una agenda informativa real, trascendente y que consolide una verdadera cultura ciudadana.
Que verdad.
Desafortunadamente no sólo es en Panamá, como denuncia el maestro, sino que en México como en toda América Latina que los medios de comunicación, por conveniencia, compromiso o por ser censurados por los gobiernos se han convertido en voceros oficiales o voceros de trivialidades.
La percepción de que al ciudadano no le interesa lo que pasa en su medio social sino que desea saber de noticias agradables, me recuerda a la proliferación de las «telenovelas rosas» que mantenían cautivos, por las tardes, a hombres y mujeres frente a la televisión, llegando a tipificarla como «la caja idiota».
Hoy que se acerca el Mundial de Fútbol será el deporte el tema obligado en las charlas cotidianas y los rotativos tendrán su primera plana la nota deportiva del día producto de la contienda. Los televisores estarán prendidos las 24 horas, por el cambio de horario, para estar al día del ganador.
Podré asegurar que si se presenta y publica una devaluación o una catástrofe, y el TRI juega, esta última noticia será la que prevalecerá.
Poner en tape de la discusión un tema como este es para «amargados», nos acusarían los fanáticos del fútbol.
Por ende, no hay que salirnos del tema y de la reflexión inicial.
Posesionarnos en la interrogante ¿qué debemos hacer los profesionales del periodismo para cambiar esa perspectiva de los medios de comunicación, que aseguran conocer a su público y darles la información preferida?
Aún cuando Friederich Nietzche, dice «el hombre necesita la verdad, un mundo que no se contradiga, que no falsee nada y que no cambie, un mundo verdadero…» pero esa verdad a que refiere es a la de los poderosos; ¿podríamos aplicar la conceptualización a los propietarios de los medios de comunicación que brindan en sus paginas su realidad?
Debemos de reconocer que los intereses económicos de los propietarios de los medios de comunicación son los que ejercen el poder, poniendo en desventaja a los profesionales de la comunicación, los cuales por no tener el financiamiento tendrán que asumir las directrices editoriales que se les marquen.
Difícil de aceptar tal realidad.
Lo que nos lleva a buscar una alternativa para convertir a los profesionales del periodismo en los verdaderos dueños de los medios de comunicación, para hacer de la profesión, lo que nos dicta la ética y la moral,
A este respecto en Estados Unidos, Argentina y otros países se han acercado a las ONG para que sean ellas las que aporten el apoyo económico en la realización de un periodismo de investigación que brinde a la sociedad la verdad que Nietzche refiere.
Es una salida para la trivialidad de la información que prevalece.
El ya reconocido freelance podrá apoyarse en las organizaciones no gubernamentales para ejerce ese periodismo que el maestro Modesto Tuñon añora, de responsabilidad social.
A lo mejor será la alternativa que tendremos los docentes de las facultades de comunicación de mostrarle a los estudiantes, que pronto estarán en las redacciones escribiendo la información que investiguen en las calles de su ciudad, con el objeto de convertirlos en los verdaderos voceros de la sociedad, en sus demandas y necesidades.
Pero, sobre todo, poder dar a conocer esa información para dejar de ser los periodistas acusados, tradicionalmente, de «vendidos», pues son sus nombres los que acreditan en lo medios a información difundida, por una sociedad que cada día exige más democracia, libertad y justicia social.
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