LA TEORIA DE JUEGOS Y EL CABILDO PORTEÑO


VÉRTICE POLÍTICO
Edgard González Suárez/28/dic/2010



LA TEORIA DE JUEGOS Y EL CABILDO VERACRUZANO


En 1944, Von Newmann y Morgenstern, publican su célebre y clásico texto, ‘The Theory of Games Behavior’, lo que da inicio a la llamada Teoría de juegos, un ejercicio intelectual que permite análisis de estrategia entre competidores y da forma a los llamados ‘juegos con transferencias de utilidad’.

Junto con muchos otros académicos e intelectuales de las principales universidades de los Estados Unidos, adquirieron notoria importancia en el mundo militar y de negocios, para descubrir y analizar ese mundo de conflicto y cooperación, en el ejercicio concreto de la política, que semantiza los intereses en las relaciones humanas.

En 2004, Kenneth A. Shepsle y Mark S. Bonchek, escriben su conocido texto, “Analyzing Politics”, que bajo la firma de Taurus llegó a México con el nombre de “las fórmulas de la política”.

Desde entonces y dentro de los muchos enfoques para el análisis político, la teoría de juegos ha adquirido relevancia por su funcionalidad y búsqueda de salidas a los nudos creados por los intereses en conflicto.

La teoría de juegos es un instrumento metodológico para el análisis político ya que:
a) coadyuva a la identificación de actores y sus estrategias de afectación mutua en la arena política;
b) incide en un ejercicio académico relevante acerca de los escenarios y la información con la que se apoyan los actores y que impregna la coyuntura o estructura en la que se circunscriben los hechos políticos; y,
c) -lejos de apoyarse en la perenne necedad de concentrarse en los conflictos e intereses egoístas- abre espacios para la cooperación y el diálogo en la construcción de políticas públicas más efectivas.

De esta manera dicho enfoque sirve no solamente para crear escenarios sino para interpretar y apreciar -a nivel micro- los escenarios políticos y el espíritu que motiva las acciones de los actores frente a los asuntos públicos.

Su importancia, sin duda,  radica en que ayuda a comprender las acciones racionales y las acciones no racionales de los individuos y los grupos de interés, los incentivos tejidos alrededor de los grupos de presión para concretar sus intereses, y la forma de entender determinadas estrategias seguidas por políticos y burócratas en el trazado de las decisiones y las políticas públicas.

En palabras de Kenneth y Bonchek, “En la política, es fundamental ver hacia delante, anticipar, ejercer la prudencia y la previsión, El mundo de la política está lleno de propósitos, algunos  nobles y otros innobles, algunos en competencia y otros complementarios. Los actores racionales que buscan incrementar las posibilidades de los propósitos que persiguen deben pensar de manera estratégica; y uno de los principios fundamentales para pensar estratégicamente es ver antes de saltar”

He adelantado esta extensa caracterización de la teoría de juegos para inducir al lector a entender los muchos y sesudos análisis que deberá enfrentar la administración municipal veracruzana. Toda vez, que el cabildo que iniciará funciones este primero de diciembre estará dividido casi por mitad. Y por lo tanto, casi toda propuesta al seno del cabildo deberá ser negociada a lo interno, es decir, dentro del bloque de regidores priístas, y a lo externo, es decir, dentro del bloque panista.

La comuna veracruzana se integra con 13 regidores, un presidente municipal y un síndico. Los “juegos”, choques, coaliciones, bloques, etc., que se conformen estarán determinados  tanto por las propuestas como por los intereses en juego.

Así, la presidente municipal, Carolina Gudiño, deberá someter sus mociones a una intensa negociación, primero con sus correligionarios, quienes se verán tentados a “vender” su voto, toda vez que muchos de ellos, casi todos, ni siquiera responden a los intereses de la edil principal; y segundo, frente al panismo, quienes también querrán “vender” su voto dentro del cabildo.

Una situación por demás compleja y difícil. Los avezados y experimentados operadores municipales consideran que no es necesario hacer análisis, ni de recurrir a teorías complicadas y densas. Basta con “comprar” varios votos, dentro del equipo de enfrente, para sacar adelante las mociones más importantes de la Presidencia.

Quizá esto sea cierto, toda vez que los “intereses” representados en el cabildo no son del todo nítidos o claros, y las más de las veces los regidores quedan a su suerte y se representan a sí mismos. Los intereses grupales, corporativos o ciudadanos quedan borrosos y por lo tanto basta con “comprar” votos para sacar adelante los principales proyectos generados desde el ejecutivo municipal.

Si al final esta fuera la situación, lo que tendremos será un cabildo muy caro, extremadamente costoso para las arcas municipales y para los ciudadanos. Toda vez, que Carolina Gudiño se verá en la necesidad de “comprar” votos tanto de priístas como de panistas. También se corre el riesgo de ser una presidencia asediada por la voracidad de “algunos” regidores. O una presidencia obligada a “ofrecer” algo a cambio del voto de cada regidor.

En suma, la Presidencia Municipal, que en breve iniciará, entrará en funciones prácticamente a la defensiva, intentando consolidar con el tiempo una coalición gobernante, en primera instancia, a través de la cooperación política, o si no, a través de presiones políticas para torcer la mano de quienes tendrán su voto al servicio de la máxima ganancia.

Como primera prueba de fuego será la designación del tesorero municipal, y desde luego el Plan de obras para el año que inicia. Será interesante conocer “el juego” que se armará para sacar adelante la propuesta de la nueva edil a cargo de la Presidencia Municipal Veracruzana.

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