DE FRONTERAS...MARES.Reflexiones locales para una sociedad del conocimiento

Celia Rosado Romero

La presentación de un libro es una formalidad que los autores se organiza, o se los organizan, para dar a conocer un texto que puede ser de interés para un público determinado o para cualquier lector, sin embargo hay excepciones cuando resulta que el texto es una reflexión o denuncia sobre el tópico educativo y los asistentes son en su mayoría estudiantes y docentes, sobre todo, si es en una entidad educativa donde se promueve el análisis, la creatividad, la critica, dando por resultado una charla amena, lúdica, interesante, seductora donde afloro el pensamiento inquieto de la audición.

Los jóvenes que usualmente permanecen en silencio al inquirirles los conductores, ¿alguna pregunta para los de la mesa? o ¿para el autor?, ese jueves 10 de marzo, si tuvo respuesta por parte de los estudiantes que tuvieron como categorías de cuestionamientos, la metodología de la enseñanza, la falta de creatividad del docente, una gestión administrativa que provoca desinterés, cansancio y aburrimiento. Una señal roja que dice “alto, que sucede” y coloca en alerta a la comunidad docente. Tales momentos fueron los enriquecedores.

A que me refiero, a la presentación del texto DE FRONTERAS---MARES. Reflexiones locales para una sociedad del conocimiento, cuyo autor es Genaro Aguirre Aguilar, Inquieto y creativo, provocador, reflexivo, es lo que pueden ser los calificativos párale escritor, más que los grados académicos que represente, es un docente que busca a través de la reflexión y de la autocrítica un espacio donde desenvolverse y aportar a la educación, y desde luego a la comunicación, un enfoque de los acontecimientos de la globalización a lo particular, a lo cotidiano, multicultural y trasversal y desde luego constructivista, como el enfoque prevaleciente en la educación y como referente el MEIF.

Un modelo que hasta ahora, no termina por aterrizar y que por ello, el estudiantado busca con todas las alternativas de las tecnologías que se le ofrecen, cumplir sus expectativas de formación con el anhelo de insertarse en esta era de cambios intermitentes y de medias verdades.

Los presentadores, no fueron los verdaderos protagonistas del acontecimiento, sino el pensamiento que en líneas el autor puso en boca de ellos,

El, pone en entredicho la conceptualización del “poder maléfico de los medios y particularmente de la Televisión” en el ámbito escolar, para darnos como tarea la “apropiación” de la tecnología de los medios, con el objeto de envolvernos en este mundo social prevaleciente, lo que el denomina “entramado multicultural”, como punto de partida para encontrar nuevos saberes.

Coloca el dedo en la llaga que representa la educación en México. A qué me refiero: a la desvinculación de la realidad que permea en la sociedad y lo que se enseñan en las aulas, esto es, la educación formal e informal que dan los flujos de información .que bombardean los medios a de comunicación, minuto a minuto, segundo a segundo a ese sujeto educativo.

Es lo que, a decir de Genaro, deberían los estrategas y los ejecutores de la educación, tener como premisa fundamental. Sumarse a la dinámica del cambio para convertirlo en la tarea sustantiva, salir de la ceguera de una determinada ideología que nos aleja de lo humano.

Esto es desde la perspectiva de la complejidad que nos dice que “(Raúl Domingo Motta)”la enseñanza actual debe consistir en la urgente formación de un sujeto que logre contextualizar y relacionar problemas que ubicados en el tercer milenio, son trasversales, trasnacionales y multidimensionales”

Términos como Aldea Global, sociedad de la información, sociedad del conocimiento, autoaprendizaje, socialización del conocimiento, identidad, multiculturalismo, en la construcción del conocimiento, obligan, dice el autor, a repensar en retomar el trabajo de edificación de una semántica que emerja de una sociedad actualizada y actualizante.

De ahí, que tras un trayecto histórico que Genaro establece en uno de sus apartados: debemos de dejar de pensar a la educación más allá de los espacios y discursos formales para darle al sujeto educativo una conceptualización de su formación educativa más allá de los ámbitos escolares formales.

Reconocer que el conocimiento también puede estar fuera del aula. Es una posición heterodoxa de la educación lo que en el ayer era una verdad, hoy se pone en tela de juicio,

La universidad, como ente institucional se enfrenta al reto de dar sujetos que cabalguen entre lo lúdico y la aventura de aprender a aprender, paralelamente a un agente de cambio que es el facilitador, el que habrá de ponerlo en el equilibrio

También nos hace ver que lo multicultural en el aspecto local, mexicano, ya no se reduce a lo indígena, sino a segmentos poblacionales que difieren a lo que comúnmente se denomina “sociedad tradicional”, a estas porciones poblacionales que deben ser incluidas en el imaginario educativo.

La necesidad de un cambio social en la complejidad del hombre contemporáneo es imperativa, y sólo mediante una deontología del quehacer docente se allana el camino para tomar el sendero en la encrucijada de dar el aprendizaje significativo o soslayar la tarea encomendada.

Honesto, el escrito, se plantea innumerables interrogantes, que seguramente son compartidas por otros profesores, a partir de su insertación en el proceso de adopción del Modelo Educativo Integral y Flexible en la Universidad Veracruzana, buscando afanosamente espacios de un diálogo abierto para promover consensos y compromisos para centrar un modelo de gestión administrativa acorde a la profesionalización de la práctica docente.

Su sueño es poder llegar a la meta de un estudiante autónomo, creativo, ético, reflexivo, con competencias para la vid, lo valioso es estimular un cambio de paradigma en el docente para que se reconozca como un ente pensante en la misma dimensión del otro sujeto, que acompaña y lo acompaña, en el proceso enseñanza/aprendizaje

Esa dualidad que no se pierda en una posición actitudinal de negación sino de humildad al reconocernos como agentes de cambio y vividores de sueños y angustias, como el autor del texto.

En dos centenares de páginas Genaro Aguirre Aguilar plasma sus experiencias personales en dos instituciones de educación superior, que a pesar de ser una de ellas de iniciativa privada y la otra del sector oficial, la Universidad Veracruzana, tienen las mismas intenciones pedagógicas y sus estrategias no son opuestas.

El texto se integra de contenidos clásicos, sociales, psicológicos e instituciones para lograr la construcción de una perspectiva transdisciplinaria del trabajo del maestro dentro y fuera del ámbito escolar.

Sus ocurrencias parecerían atrevidas y poco pragmáticas, pero vistas desde la perspectiva de la innovación darán frescura al docente anquilosado en un trabajo rutinario que termina por convertirlo en un ser distante que a olvidado sus fantasías juveniles, cuando el formo parte del que ahora tiene enfrente, ser un estudiante universitario.

Su propósito es dar una lectura amena, no constreñida al docente, sino al alumnado con la intención de que forme parte de su sueño, como parte actuante, no pasiva, en un modelo de trabajo donde la retroalimente sea fluida.

Por último, nos recuerda que la ciudad es el mejor espacio educativo. Nos reprocha habernos aislado en cuatro paredes sin asomarnos a ese mundo que nos rodea y nos demanda sujetos que al final de cuentas será parte del rostro urbano.

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