LA VENTA DE MUJERES EN VERACRUZ

VÉRTICE POLÍTICO
Edgard gonzález Suárez/04/Mzo/2011

LA VENTA DE MUJERES EN VERACRUZ
Es usted de quienes gusta de “comprar” mujeres para faenas domésticas, para esclavizarlas en trabajos propios de su sexo: “costureras”, “afanadoras” “cocineras” “prostitutas”, etc. Pues venga al sur de Veracruz, a los municipios de Acayucan, Soteapan, Cosoleacaque, las Choapas, Agua Dulce, Tierra Blanca, Tres Valles, Rodríguez Clara, etc. Y podrá disponer de material amplio y diverso.
La “propiedad” sobre las hijas, lo improductivas para las tareas del campo, las “enfermas”, los gastos enormes que generan, y las insuficiencias e incompetencias del Estado en esos lugares, hacen de la venta de estas mujeres una práctica muy común en el sur del Estado de Veracruz, y la zona colindante con Oaxaca, Chiapas y Tabasco.
En un reportaje aparecido hace seis años a cargo de la reportera Rosalinda Morales, El alcalde Enrique Lanche Primo, de Soteapan, comentó que pese a que el gobierno de Veracruz presume el apoyo que brinda a los pueblos indígenas, en especial a las damas, dando talleres de costura, apoyando proyectos productivos y demás, “no se han atendido los verdaderos problemas, ya que la venta de mujeres al mejor postor se sigue dando…y comentó ” que en diversas ocasiones ha enviado misivas al gobierno del Estado para comunicarle este problema y otras carencias, como caminos, escuelas, clínicas, pero hasta el momento sigue esperando una solución…la principal preocupación es que esta cultura de la venta de mujeres persista en pleno 2005. “Aunque ya no se da como antes, sí se presentan casos en un 25 por ciento”
Para unos es una ancestral costumbre el intercambio de personas por enseres domésticos, también suele hacerse por animales (vacas, cerdos, mulas) e incluso por cosechas (maíz, frijol, hortalizas, etc.) Sin embargo, este intercambio es parte de la cultura de algunas comunidades trabajadoras del campo e incluso indígenas. El intercambio se hace entre ellos y se da en un marco de valores entendidos. La búsqueda de parejas y la necesidad de dar algo a cambio.
Para otros,  en la actualidad, la actitud  de ofrecer en “venta” a mujeres a cambio de sumas de dinero que van de 7 mil,  9 mil a hasta 14 mil pesos, no es más que la manipulación de hombres sin escrúpulos que aprovechan las condiciones de pobreza de los campesinos y de indígenas que reclutan material para venderlo en zonas urbanas y casi siempre para consumo sexual.
Si bien la “venta de hembras” ha disminuido, en casi todo el siglo XX, lo cierto es que la venta de las hijas a quienes se las pudiera  llevar a la ciudad es una practica común, y según censos y datos oficiales, en casi todas las familias de la zona, se habían vendido una o dos hijas a fuereños.
La práctica cotidiana es que las mujeres son vendidas a partir de los 13 años (es decir, sexualmente reproductivas), y gente que tiene poder en sus poblaciones, como los caciques, se aprovechan para comprar mano de obra y si se puede explotarlas sexualmente.
Veracruz representa una de los estados donde esta práctica se viene agudizando, convergiendo con fenómenos como la trata, la inmigración ilegal, y la prostitución en todas sus modalidades.
La “venta” como el argot sostiene genera una descomposición social terrible. Desestrcutura a las familias, transgrede valores, afecta y desestabiliza moral y emocionalmente a la victimas, ya que no solo van a parar a otros lugares, casi siempre desconocidos, sino a incorporarse a faenas, cas siempre miserables e inhumanas.
Las redes de pederastas han puesto sus ojos en esas zonas por que llegan a filmar, a fotografíar niñas “étnicas” y en varios casos a comprarlas para someterlas y esclavizarlas en cuartuchos en los al rededores de las ciudades más grandes como Veracruz, Boca del río, Xalapa, Coatzacoalcos.
La venta de niñas y muchachas es una práctica no del todo clandestina. Puedes tomar la carretera a Tuxtepec, adéntrate en las comunidades aledañas, y en los bares o cantinuchas del lugar, “alguien” te va a preguntar…
-¿no quieres comprar una muchacha? Yo te llevo.
 -¿Cuánto cuesta?, 
-depende, ¿para qué la quieres?.
–para que ayude a mi mujer en el quehacer en la casa-,
-ok, 7 mil pesos,
-pero necesito verla y hablar con su familia,
-No, vamos a un lugar y yo te la traigo…pero tengo de todo y para todo…tú sabes.
-No, gracias…regreso después.


2 comentarios:

Unknown dijo...

inconcebible y no creible

Unknown dijo...

inconcebible y no creible

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