MINUCIAS EN LA VIDA



Lo menos es callar

Genaro Aguirre Aguilar

Por alguna extraña razón que no alcanzo a comprender, históricamente si un joven o grupo de jóvenes toma la decisión de “alzar su voz”, como reza un comercial televisivo que invita a la ciudadanía a no “callarse”, en la mirada de algunos adultos y en especial en sus lógicas de pensar o actuar, siempre “debe” de haber alguna “mente maquiavélica”, pues de otra forma no entienden y menos aceptan la autonomía para actuar por cuenta propia de quien es joven.

Sería motivo de risa, si esto no estuviera ocurriendo en el presente, pues si bien es cierto estamos siendo testigos de una apatía endémica en torno a la participación y la toma de decisiones responsables para posibilitar destinos mejores, existen jóvenes conscientes y responsables como para decidir levantar la voz. De allí que lo menos que debemos hacer los académicos, en especial aquellos interesados en entender a estas nuevas generaciones, es condenar, desacreditar o ignorar posicionamientos de esta naturaleza.

Algo así pudo pasar con el escrito y el posicionamiento estudiantil que tuvo Antonio Alonso junto a un grupo de estudiantes de la facultad de Comunicación de la UV, quienes han sido requeridos por las autoridades universitarias tras haber hecho público lo que puede entenderse como un manifiesto académico que pone en entredicho algunos aspectos de la gestión académica en su entidad académica.

Lo que menos esperamos que ocurra es la persecución contra alguien que piensa distinto, después de todo en una de los principios de la libertad de expresión en sociedades democráticas, cuanto más en una universidad donde la premisa debe ser precisamente el pensamiento plural y diverso, después de todo es la voz de un estudiante destacado, comprometido y responsable de coordinar los trabajos de un grupo universitario con una agenda de trabajo tras de sí que puede presumirse.

Como decía un viejo amigo, esperemos que quienes piensan que mascar chicle y caminar al mismo tiempo no se puede, reconozcan hay una responsabilidad asumida por parte de este joven, pues lamentable sería dudar de su capacidad de discernimiento, de conciencia o claridad en torno a lo que dice; menos en estos tiempos cuando la universidad estudiantes comprometidos y conscientes de su responsabilidad frente a la sociedad y su futuro profesional.

En todo caso valdría preguntarnos: ¿podemos desdecirlo del todo?

1 comentarios:

Villarreal dijo...

Me preocupan más los que estamos de este lado de la brecha generacional. Algo se nos pudrió y culpamos a los que acaban de llegar.

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