PAQUETE FISCAL, NADIE QUEDO SATISFECHO

IMPUESTOS Y CRISIS
Edgard González Suárez.

En cifras generales, los diputados priístas avalaron incrementar a 16% el IVA generalizado; un 1% al impuesto fronterizo; 3% a telecomunicaciones --a excepción de la móvil--; el déficit 0.8%; el impuesto a depósitos en efectivo sube a 3% con ingresos de 15 mil en lugar de 25 mil pesos y el precio de barril de petróleo fue fijado en 59 dólares; por considerar que en 2010 llegará hasta 70 dólares.
La propuesta a incrementar a 16% el IVA había sido rechazada por muchos legisladores del PRI, porque consideraron que se le hacia el trabajo sucio al Gobierno federal, y otros atendiendo los compromisos que suscribieron en campaña, algunos por cierto ante notario.
Dentro de su propia bancada, éste acuerdo fue dividido, con 124 votos a favor y 41 en contra, y mostró los intereses electorales de quienes son mayoría dentro de la bancada y pretenden vía la ley de egresos concentrar esos recursos en los Estados y municipios, bajo un aparente argumento federalista. Ciertamente detrás del alza de impuestos están algunos gobernadores, especialmente el del Estado de México, que necesita recursos para la campaña estatal y presidencial.
¡Salvemos a México! fue la propuesta para aprobar los impuestos; ¡Dejemos que el Gobierno Federal pague los costos! de la mala administración y de la crisis financiera, fue el argumento de quienes no estaban de acuerdo.
El coordinador de los priístas, Francisco Rojas sostuvo que su bancada ponderó el no poner en riesgo al país actuando responsablemente, Y con una maniobra mediática, dirigida por el Gobierno Federal y el Partido Acción Nacional, el resultado de la aprobación de la ley de ingresos, fue que se les vino el mundo encima y los costos políticos le fueron atribuidos al PRI.
Entonces vino la reculona, desde los empresarios: CANACINTRA, CCE, hasta los asalariados y clases medias, todos se inconformaron por el paquete fiscal. Y señalaron a los diputados del PRI del intento por imponer más cargas impositiva a los trabajadores. Los partidos de la izquierda lo rechazaron desde un principio (porque atenta contra la economía de los trabajadores y los más pobres); Acción Nacional no lo avaló con el argumento de que no era la propuesta del Presidente y no tenía por objeto dirigir dichos recursos a la pobreza; un ala del PRI, perdió la votación interna, porque no esta dentro del juego de la sucesión presidencial e intentan apegarse a los principios de su partido; y solo el centro derecha del PRI, y sus centros de poder: Los Gobernadores, confeccionaron la ley fiscal y cargaron con el descrédito de todo el país. Y ante el rechazo social, el PRI intenta salvar la cara vía el Senado para rectificar lo que hicieron los diputados.
El Estado no tiene dinero, y no tiene de donde obtenerlo, el precio del petróleo y sus exportaciones están detenidas, la base fiscal contribuyente es mínima, la recesión económica internacional tiene parada a la economía nacional. Una reforma fiscal estructural ni siquiera se contempla por que ni el PRI ni el PAN están dispuestos a tocar a los poderosos que mangonean este país. Varios factores contribuyeron para que el asunto de los impuestos fuera tema de discusión en cafés, restaurantes, escuelas, clubes, prensa, barrios, y familias enteras: 1) la recesión económica que todos los ciudadanos padecen y resienten desde marzo de este año, 2) la sensación social de que el Presidente y su partido no puede con el país y no tiene un rumbo fijo hacia donde dirigirlo, 3) el ataque, a la brava, en contra de un sindicato histórico y una empresa pública, lo que desató manifestaciones de inconformidad, resistencia y rabia social, 4) los resultados de las elecciones federales, donde los ahora diputados, se comprometieron a no aprobar impuestos, y muchos de ellos por eso están allí, y 5) la insatisfacción de ciertos sectores sociales, sobre todo empresariales, que quedaron insatisfechos con lo que se hizo en la cámara de diputados y que dieron su aval para que las televisoras y la prensa en su conjunto les diera una paliza por el paquete fiscal.
Los resultados, una enorme insatisfacción e irritación social, y una exhibición de la bancada priísta, quienes recogieron el costo social de las medidas.
Ahora veremos, qué hace el PRI para frenar la cascada de críiticas y como se sacude la responsabilidad de la crisis y la ruptura del orden y la esperanza social que se avecina, para no perder la confianza electoral que hasta ahorita venían teniendo.

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