¿TODOS CONTRA EL AMBULANTAJE?

VÉRTICE POLÍTICO
Edgard González Suárez/6/Ene/2011


¿SE PUEDE “RESOLVER” EL COMERCIO AMBULANTE?


El INEGI ha adoptado la definición aprobada en la XV Conferencia de Estadísticos del Trabajo de la OIT, llevada a cabo en 1993. Así “el subsector informal de la economía está integrado por todas aquellas personas no constituidas en sociedad que forman parte del Sector de los Hogares, dedicadas a la producción de bienes o servicios, con la finalidad primordial de generar empleo o ingreso para las personas implicadas.” (1)

Una de las principales características del sector informal según el INEGI es que éste pertenece al sector de los hogares, concretamente a “los hogares productores que venden en el mercado o autoconsumen los bienes y servicios que ellos producen” (2) dado que sus actividades, sus activos e insumos y muchas veces la mano de obra utilizada, no pueden diferenciarse de aquellos pertenecientes al hogar del que forma parte la persona que ejerce esta actividad.

El sector informal está conformado por la totalidad de los trabajadores por cuenta propia, que pueden utilizar ocasionalmente ayuda de familiares o emplear asalariados, y una parte de los empleadores que tienen asalariados en forma continua. En este último caso se considera a las empresas de empleadores informales.

Así también, el INEGI presenta el documento La ocupación en el sector no estructurado en México, 1995-2003, definiendo al sector no estructurado como “la población ocupada que labora en micronegocios no agropecuarios asociados a los hogares que no disponen de un registro ante las autoridades u organizaciones gremiales, y de los trabajadores vinculados a micronegocios registrados que operan sin un local o en pequeños locales o talleres y que carecen de un contrato de trabajo y cobertura en la seguridad social.” (3)
En este marco, las intensiones del Ayuntamiento de Veracruz por poner orden en el comercio callejero, ponen en tensión un viejo debate dentro de la ciudad: el conflicto del comercio ambulante con las autoridades, el comercio ambulante contra el comercio establecido, el comercio ambulante frente a los ciudadanos, y el comercio ambulante frente al espacio público.
Pareciera que hay una falta de comprensión del fenómeno del ambulantaje y por supuesto insuficiencia de propuestas para “resolver” este problema con bajas dosis de conflictividad. El comercio ambulante, según expertos, esta fuera de control y nunca va a desaparecer.
¿Por qué y como se crea el ambulantaje en nuestra ciudad?
Sin duda, hay un consenso entre los estudiosos del tema. Son los pésimos salarios que se pagan en México (y desde luego en Veracruz), la falta de oportunidades para incorporarse a la economía formal, el engorroso y carísimo proceso para poner un negocio, y la falta de políticas públicas,  los principales detonantes del ambulantaje en nuestro país y en Veracruz.
En México, las cifras aparecen al revés, el 60 por ciento de la Población Económica Activa (PEA) se encuentra ocupada en la informalidad y sólo el 40 por ciento cotiza en el IMSS y paga impuestos.
De tal manera, que el comercio ambulante es una opción válida para cientos del miles de personas que no tienen oportunidad de incorporarse a la economía formal. La expulsión de la población de las zonas agrícolas, los jóvenes y los inmigrantes suelen ser los sectores proclives a la informalidad. Si a esto le sumamos que los escasos empleos que se han creado en los 10 años recientes y a la falta de seguridades laborales y prestaciones en esos empleos, y que éstos se relacionan con precarias condiciones de trabajo, bajas habilidades y baja productividad, condiciones de trabajo inseguras y poco higiénicas, largas jornadas de trabajo y bajos salarios. Pues está claro, que lo mismo da trabajar para una tienda, una fábrica, que vender juguetes, comida o textiles en la vía pública.

La economía informal es una fuente importante de “empleo” en el mundo. Lo cual quiere decir, que la llamada economía informal es un fenómeno estructural de las relaciones económicas en todo país. Aunque existen variaciones importantes en su magnitud y composición, es un fenómeno existente tanto en países desarrollados como en desarrollo. Y desde mi perspectiva no se puede “resolver”, quizá se pueda controlar, mitigar, contener, etc. Pero de ninguna manera desaparecer o eliminar.

En el documento de la OIT, “Women and Men in the Informal Economy: A statistical picture”,  La región de Africa Subsahariana presenta el porcentaje más alto de empleo informal con 72%, siendo Benin el país con mayor porcentaje de empleo informal (93%). Asia es la segunda región en importancia con 65% de empleo informal en promedio. Como era de esperarse la India es el país con mayor porcentaje de empleo informal (83%). América Latina tiene en promedio un 51% de empleo informal, siendo Bolivia y Brasil los países con mayor porcentaje (63 y 60%, respectivamente).

Por su parte, en México 55% del empleo total no agrícola es informal. Es importante notar que el autoempleo es la forma más común de empleo informal en los países en desarrollo, seguido por el empleo asalariado, esto ocurre tanto para las mujeres como para los hombres.

En el puerto de Veracruz, no hay cifras reales o precisas de cuantos son los que venden toda clase de productos en las calles de la ciudad (volovanes, globos, fritangas, dulces, chicles, autos, ropa, electrónicos, discos, videos, etc.) pero según el Padrón de Comerciantes, en la ciudad hay cerca de 15 mil comerciantes ambulantes, aunque  datos extraoficiales hablan de hasta 35,000 vendedores de vía pública. Y en épocas específicas y de manera transitoria (carnaval, Vacaciones, Reyes, etc.), llegan a la ciudad hasta 75 mil vendedores.
Ser ambulante conlleva “trabajar” más de ocho horas, presentarse en promedio a su "centro de trabajo" todos los días de la semana y generar ingresos de entre 2 y hasta 5 salarios mínimos, y  en algunos rubros hasta más. De acuerdo con estudios en varios estados, esta actividad aumenta cada vez más por la falta de empleo formal; los bajos salarios que hay en el sector público y que obliga a los empleados a buscar otra ocupación; así como la demanda de personal altamente especializado para lo cual muchos no están preparados y sólo les queda la opción de entrar a la economía informal.
Para la CANACO (enemigo histórico del comercio informal), el ambulantaje  provoca diversos problemas: evasión fiscal, venta de productos "piratas" o ilegales e inseguridad pública. Se les acusa de apropiarse del espacio público, generar basura, deformar la urbanidad, contaminar visual y auditivamente la ciudad y desde luego obstruir la vialidad.
Y este enfoque pareciera dominar a las autoridades municipales que no saben como enfrentar este problema tan complejo.

Sin duda el fenómeno hay que controlarlo, sacarlo de las calles más importantes para la ciudad, regularizarlo, sobre todo aquel que ya no es ambulante sino semifijo; pero también es necesario darles opciones para la venta de sus productos y para generar ingresos.

Frente a una propuesta para el desalojo, me parece que debería ir acompañada de otra de reubicación.

Hasta ahora, por lo menos con lo declarado, se percibe un tufillo CANAQUERO detrás de las posiciones del Ayuntamiento. Ojalá se eviten conflictos innecesarios.





(1) INEGI, El subsector informal en México, comunicado de prensa, Aguascalientes, 25 de noviembre de 2004, p. 1.
(2) INEGI, Cuenta Satélite del Subsector Informal de los Hogares, Metodología, p. 1.
(3)  INEGI, La ocupación en el sector no estructurado en México, 1995-2003, comunicado de prensa, Aguascalientes,
junio de 2004, p. 1.




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