LA EXCLUSION DE LOS POBRES DE LAS PLAYAS VERACRUZANAS

VÉRTICE POLÍTICO
Edgard González Suárez/28/Feb/2011


LA EXCLUSION DE LOS POBRES DE
LAS PLAYAS VERACRUZANAS.


Siempre me burle de las cifras de visitantes que reportaba el Gobierno de Veracruz en la semana de Carnaval. Fidel Herrera declaraba año con año que más de un millón de visitantes y turistas llegaban a la ciudad para disfrutar de las fiestas, y la prensa comprada se lo festejaba ramplona y acríticamente. Y no solo por lo ilógico de semejante marabunta humana, sino sobre todo por la precariedad e insuficiencia de servicios para “atender” dicha afluencia de visitantes. Lo lógico, si cada Carnaval, la ciudad recibe más de un millón de turistas, ¿Por qué siempre las autoridades locales y estatales reportan pérdidas, o si acaso, mínimas ganancias?
La sola presencia de un millón de visitantes pondría en tensión la convivencia en la ciudad. La vialidad, los supermercados, los hoteles y restaurantes, las descargas de aguas negras, el transporte público, la basura, la seguridad, etc. etc., se verían literalmente atascados de demandas y de insuficiencia en las respuestas.
Sin embargo, los gobernantes creen engañar a la población y hacen declaraciones irracionales, torpes y casi siempre estúpidas.
El Carnaval de Veracruz no es ni por mucho una fiesta de la cual debamos enorgullecernos los veracruzanos. Mal organizada, casi siempre improvisada, centrada en la venta de “permisos”: las gradas, la venta de cerveza y alcohol, los ambulantes, la comida, los baños, los conciertos, las ferias, etc. A excepción de algunas comparsas, las demás destacan por su falta de creatividad, de recursos económicos, de plasticidad y diseño artístico, se nota a leguas que la improvisación y el objetivo publicitario son la “razón” de ser de las comparsas, que se ven obligadas, a cambio de 15,000 pesos para los trajes de los bailarines, de portar mantas y lonas publicitarias de tiendas, negocios y comercios, que saber de ellos o no da lo mismo.
Toneladas de caca y orines, líquidos putrefactos, basura plástica, sangre, semen y látex,  siguen su ciclo de deshecho y van a ser depositados a las aguas del Golfo de México.
Si las plantas de tratamiento, solo para atender las necesidades diarias de la ciudad, trabajan a una capacidad de 30%, (esto es que de cada 100 litros de aguas negras solo 30 litros se limpian y  reciclan, para su uso no humano) es claro que los depósitos con “un millón” de visitantes (jajaja) estarán rebosados de excrementos e irremediablemente irán a parar al mar.
El Carnaval es una fiesta callejera de dimensiones descomunales que han privatizado los comerciantes del ramo turístico y a ese negocio se han prestado las autoridades, quienes, casi siempre, participan de las ganancias, convertidas en particulares, pero generadas con recursos e infraestructura pública.
Si los promotores del “Evento del Año” se desaforan, en campañas televisivas y de propaganda, por invitar a los mexicanos a visitar el Carnaval de Veracruz. Ahora ¿por qué intentan excluir y exhibir a los visitantes de menos recursos, al impedirles su derecho a pernoctar en las playas veracruzanas?
El elitismo ramplón de los funcionarios municipales que tuvieron esa maravillosa “idea”, renuncian a sus funciones de gobernar, y administrar los recursos públicos para atender a los invitados, y en cambio los amenazan con los garrotes y los gorilas para que desistan a querer pernoctar en las playas.
-Primero, aúllan por todas las radioemisoras y televisoras que tienes la mejor fiesta callejera del país,
-Segundo, invitas a todos los mexicanos a convivir y a divertirse (alcohol y mujeres semidesnudas, es lo único que ofrecen)
-Tercero, a la llegada de “un millón” (jajaja) de visitantes tienes que reconocer que no hay capacidad para atenderlos (ni física ni económicamente)
-Cuarto, los “de-mente brillante” en los ayuntamientos, amenazan a la población con menos recursos económicos, (que se toman la molestia de venir a Veracruz en vez de ir a Xcaret), con sacarlos a palos y expulsarlos de las playas…propiedad (según parece) de los hoteleros y/o restauranteros, boqueños y veracruzanos.

No, la autoridad debe estar preparada para la afluencia de “un millón” (jajajaja) de visitantes; debe mantener el control y ofrecer opciones para un amplio divertimiento; debería aprovechar para ofrecer alternativas culturales, en salas, cines, auditorios, plazas públicas, etc.; debe ofrecer alternativas para pernoctar; debe mantenerse comunicada, dentro de la ciudad,  con los ciudadanos de otras regiones y estados del país, promoviendo la visita a lugares cercanos y de interés turístico; debe ofrecerles seguridad a sus personas y a sus bienes; debe tener dispositivos variados para los deshechos humanos y artificiales; Debe de ofrecer alternativas a quienes decidan quedarse en la playa, baños, seguridad,  un horario de llegada y para dormir, asistencia para el montaje de casas de campaña; vigilancia toda la noche; recolección de basura en las mañanas, etc.

Pero no, los “de-mente brillante” en los ayuntamientos decidieron renunciar a gobernar y por supuesto se fueron por lo que único que saben hacer…excluir a garrotazos a los visitantes más pobres de las playas de Veracruz.

0 comentarios:

Publicar un comentario