LA CECERIA Y "RESCATE" DE LA BARBIE

VÉRTICE POLITICO
Edgard González Suárez/12 de septiembre de 2010.

 
LA CACERIA Y EL “RESCATE DE LA BARBIE”

La ofensiva contra Genaro García Luna se desató cuando, muy a su manera, el Secretario de Seguridad Pública y sus mandos policíacos, escenificaron discursivamente, en conferencia de prensa, un mega-operativo en tiempo real en coordinación con la DEA para lograr la caputura de Edgar Valdéz Villareal. Uno de los narcos más buscados en México y en Estados Unidos.

Lejos de congratularse de la captura, la Marina, el Ejército y la PGR, solicitaron una audiencia con el presidente para informarle su desacuerdo, falta de coordinación y atribución exclusiva de la PFP en la captura del narcotraficante. Además de demostrar que la cacería de la barbie, estaba a punto de alcanzar el éxito. Acusaron a Genaro García Luna de montar un teatro mediático y un exceso al dejar ver al detenido en mangas de camisa, relajado y sin consternación por su futuro. Además de dejar entre dicho a las otras instituciones, al hacer evidente la división y pugna entre las dos líneas en el combate al crimen organizado: la del extermino y la de la captura. El presidente escuchó las diatribas y dejó que los militares filtraran a los medios, la especie del montaje y el teatro, para “atorar” a Genaro, y obligarlo a decir la verdad.

El “guionista” como le dicen sus adversarios en la PGR, el Ejército y la Marina se pasó de tueste. En la captura de la “barbie” fue el único que se llevo el crédito. Hablo de meses de trabajo de inteligencia, cercos por varios estados del país, rastreo de comunicaciones y eureka “lo atrapamos”, sin disparos, sin resistencia, sin sangre…en una operación quirúrgica, diría el comisionado en jefe de la Policía Federal, Facundo Rosas. El 31 de agosto, el comisionado general de la Policía Federal (PF), informó que Édgar Valdez, La Barbie, había sido capturado el día anterior en la comunidad de Salazar tras una operación de inteligencia de 14 meses…“Esta detención es el resultado de los trabajos de inteligencia y acciones realizadas por la Policía Federal desde el año 2009, cuando se desarticuló una célula de sicarios encabezada por Carlos Villanueva de la Cerda, Comandante Ocho, al servicio de La Barbie, en Tultitlán, estado de México”, explicó en conferencia de prensa.

Aseguró entonces que la investigación involucró acciones simultáneas en los estados de México, Guerrero, Morelos y el Distrito Federal, y que en sus diversas etapas se mantuvo intercambio de información con diferentes agencias de Estados Unidos y de las secretarías de la Defensa Nacional y Marina, así como de la Procuraduría General de la República (PGR). “En seguimiento a las labores de inteligencia se ubicó que Valdez Villarreal se encontraba refugiado en una casa de seguridad en el estado de México. En el lugar contaba con un grupo de apoyo para su seguridad… Por lo que tras la obtención de esta información, se procedió a instalar un cerco de seguridad en la zona. En ese punto fueron desplegadas células operativas y de inteligencia de la Policía Federal”. La Barbie, aseguró, fue detenido en una finca rústica del municipio de Lerma, estado de México, en la zona de La Marquesa. Agregó, incluso, que la detención estaba relacionada con una balacera registrado el 30 de agosto pasado en la avenida Periférico, en la que falleció un hombre identificado como Aarón Ginés Becerril, al que el funcionario se refirió en la conferencia como uno de los principales colaboradores de La Barbie.

Las conferencias de prensa, porque fueron varias, la central, en las instalaciones de la Policía Federal, y las entrevistas que varios medios de comunicación establecieron con Facundo Rosas, José Ramón Pequeño y el propio García Luna, desataron la crisis en el gabinete de seguridad.

El informe de la Policía Federal efectivamente habla de una detención circunstancial de la “barbie”, aunque no hay que olvidar, que horas antes, en un enfrentamiento con los federales, pierde la vida el contador y administrador de los bienes y dineros del texano. El informe narra como un convoy de tres autos no hacen caso a las señales de alto de un retén en la carretera de la Policía Federal y metros más adelante, la federal los sigue y exige el alto de los unidades, bajándose de una de ellas, sin resistencia, Edgar Valdés Villareal y sus demás acompañantes, y prácticamente entregándose a la policía.

Es muy probable que habiendo sido ultimado su principal operador financiero, a la barbie no le dio tiempo de ponerse a resguardo. Es muy probable también, que haya acordado, desde meses atrás, los términos de su entrega. En la hipótesis de que la barbie trabajaba, desde hace tiempo, para la policía federal como informante y que hayan sido sus informaciones las que facilitaron la ubicación y los operativos en contra de Arturo Beltrán Leyva y de Ignacio Coronel, jefes del cártel de los Beltrán Leyva.

Enfrentado al “H”, o Héctor Beltrán Leyva, hermano de Arturo, por la traición y por el control del cártel. Y reconocido por todos los cárteles en su traición y su función de informante, enfrentado a los Zetas, al Cártel del Golfo, al de Sinaloa y sobre todo al de Juárez, es muy probable que sus días estuvieran contados y decidiera mejor entregarse y despepitar.

Efectivamente, el Ejército, pero principalmente la Marina, quienes actúan bajo un nuevo pero eficaz sistema de operación logística, ideado por asesores norteamericanos en la línea de la seguridad hemisférica de la Casa Blanca, han fortalecido sus unidades operativas, principalmente la Infantería de Marina en todas las zonas navales del país, y actúan bajo el sistema de cacería, persecución y exterminio del “enemigo”. El operativo contra Arturo Beltrán Leyva se integró bajo este esquema: 210 infantes de marina, una brigada de fusileros paracaidistas, un grupo de fuerzas especiales: telecomunicaciones, electricidad, mecánica, autotransportes, cibernética, cercaron en Cuernavaca al llamado “jefe de jefes” y lo exterminaron. El montaje mediático que la marina organizó después estaba dirigido hacia los demás cárteles y anunciaba…”vamos por todos ustedes…y esto es lo que les espera”.

Frente al cerco de los militares (ejército y marina) y la lucha a muerte con todos los cárteles. Más el anuncio macabro de 8 personas ligadas a la barbie, colgadas inversas, decapitadas y arrancados los testículos y el pene, aparecidos la madrugada del 23 de agosto en un puente de Cuernavaca. Con carteles donde acusaban de traición a la “barbie”, su captura o asesinato era cuestión de tiempo.

Así entre el 23 de agosto y el 30 del mismo mes, una semana exactamente, Edgar Valdez Villarreal, el peor y más sangunario sicario al frente de los pelones, fue rescatado por la Policía Federal, para quien verdaderamente trabajaba desde hace por lo menos dos años, sin balazos, sin golpes, sin sangre, puesto a resguardo y seguramente negociando su status al ser detenido. O como asegura una nota del periódico el Universal…“Coinciden…varias fuentes de inteligencia que desde hace unos días filtran que en Estados Unidos se habla de un “arreglo conveniente”. Que Valdez Villarreal se entregó a cambio de algunos tratos que tampoco son tan raros: ser, por ejemplo, testigo protegido; volver a su país; salir libre en unos años, con una vida por delante. La Barbie se nota cooperador y sonriente. El rumor se ha vuelto un grito”. Y Genaro, al único que sirve y da cuenta es al Presidente Calderón.







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